Un día de cole en casa, algunos malos, mimitos extra de mamá y papá.
Pillo a María así, con luz, entre sábanas blancas...
Y con el osito de mamá, ese osito de siempre que tendrá 35 años.
Con estas fotos "robadas" mientras descansaba a la luz del sol,
os cuento algo, tengo debilidad por las sábanas blancas,
sí, esas que dan frescura, luz y calidez a las habitaciones.
Son la base de mi decoración, dan luz, agrandan el espacio
y permiten combinación con más detalles.
Y como sabéis que siempre os enseño lo que nos va bien,
hoy os quiero enseñar éstas, mi última adquisición...
Son sábanas blancas, bordadas como las de mis abuelos de toda la vida,
las he encontrado en el Burrito Blanco,
una tienda con mucho textil para el hogar.
Ha sido un descubrimiento, me encanta dar aires nuevos a la casa cada temporada
y lo consigo con los complementos y detalles,
estas sábanas van a ser la clave para nuestra nueva temporada.
Volver a la esencia de la niñez, recordando las sábanas de mis abuelos,
consiguiendo luz, esencia y textura.
Os dejo una imagen de uno de mis rincones de sábanas,
predomina el blanco, ¡¡nos encanta!!
