Ayudando a crecer a mis hijos


Hoy os enseño este vídeo. Quiero que te pares 8 minutos, no más, el tiempo de demás va a ser lo que tu conciencia te haga reflexionar...

Escribo en calidad de madre, mamá de cinco niños de 8 años (tercero de Educación Primaria), 6 años (primero de Educación Primaria), 4 años (segundo de Educación Infantil), 3 años (primero de Educación Infantil) y 18 meses (está en casa, conmigo).

Este curso, cuando empezó en septiembre, alguien me mandó esta imagen. Y me hizo replantear la niñez, largas horas de estudio, la mentalidad de cole-casa, casa-cole. La mentalidad de cole, casa, merendar, deberes, estudiar, duchar, pijama, cenar, cama, dormir, despertar, desayunar, cambiar, cole... Y vuelta a empezar... Así durante cinco días, de siete, a la semana.

No quiero ese ritmo para mis hijos. Mis hijos tienen que vivir, tienen que jugar, tienen que salir a la calle, dar patadas al balón, pasear a sus muñecos, correr, saltar, jugar al parchís, jugar, jugar, jugar!!


Jugar: Hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarollar determinadas capacidades (RAE)
¡¡Desarrollar determinadas capacidades!! El juego es buenísimo, ayuda a relacionarse, despojarse, desahogarse, les cansa físicamente y duermen genial. Necesitan moverse.
¿Qué más queremos? Es bueno para ellos y para los padres.
Ayuda a la imaginación. Y sobre todo, jugar les enseña a compartir, estar con más gente, saber que no sólo existe tu mundo, que también tienes familia, amigos y gente con la que puedes aprender un montón.


Sí, estoy muy concienciada, lo sé, pero tengo dos retos en mi vida, actualmente: ver crecer a mis hijos y que mis hijos crezcan con alegría y felicidad.
Son retos difíciles, pero son retos diarios, un día que no se haga, un día que has perdido. Sí, mañana será otro día y podrás mejorar, pero el de hoy ya lo has perdido. No pierdas más días, párate, piensa, vuelve a mirar el vídeo...



Este año estoy conociendo a una persona, que sin él saberlo (no voy a decir quien es), me está enseñando cosas fantásticas. Y hace unos días le escuché decir en una conferencia "valorar el esfuerzo, no las notas. Transmitir la autoestima, valorar qué buenos son y lo que valen. Enseñarles lo que son y lo que valen." 


En cuanto tuve este vídeo pensé "rápido, hay que seguir activos, no podemos parar, perdemos otro día".
Esto que escribo no es una reivindicación a no hacer deberes, tiempo libre o demás. Es un pensamiento mío que quiero compartir (no suelo hacerlo, no lo hago nunca). Cada niño es diferente, cada niño tiene el pelo de un color diferente, sus ojos, su manera de comer... 
Hoy vamos a comer, nos sentamos a la mesa, cocido, con sopa, garbanzos, carne, verdurita... A P le gustan más los garbanzos, a M le gustan más las zanahorias, a R le gusta más la sopa, a C le gusta más la carne. Pero todos comemos lo mismo. Todos comemos cocido. Unos tardarán más otros tardarán menos.
El cocido es como el deber del colegio, unos son más de mates, otros de lengua, otros de artística, otros de naturales, otros de educación física... Pero todos llegarán a la misma meta.
¿Por qué si S hace las mates sin problema, rápido y veloz va a llevar a casa más fichas? ¿Por qué si M es más lento, le cuestan más los números, le cuesta razonarlos, va a llevar las mismas fichas?


No por favor, ¡¡un mono puede subir un árbol y coger una ramita, pero un elefante no!! 
El mono irá, observará, mirará para arriba y se lanzará a trepar. El elefante irá, observará, mirará para arriba y levantará su trompa y con ayuda del mono alcanzará la ramita, pero porque el mono se la pasará.


Mis hijos en casa les encanta sentarse juntos a hacer cosas. Las tardes que no podemos salir a pasear y al parque, son tardes de hacer manualidades, juegos de mesa, construcciones... Y si alguno tiene que hacer algo del cole, lo hace, pero no está toda la tarde con cosas del cole, la prioridad es descansar, desconectar y crecer en familia.
En la rutina de mis hijos, de lunes a jueves, la única condición que pusimos hace dos años, cuando el mayor empezó Educación Primaria, fue que entre semana no se va a casa de nadie ni viene nadie a casa, porque es tiempo de estudiar lo que no se hace en clase, estar con los hermanos y papás, y hay que acostarse pronto para poder rendir al día siguiente.
No soy persona de rutinas, pero para poder crecer con un orden y siendo siete en casa, ésta es la única rutina que en nuestro hogar nos obligamos a hacer. Los fines de semana, adiós a la rutina, y a hacer muchos planes.


La vida es un juego, juega la vida.
Enséñales a aprovechar el tiempo, a no perder el tiempo, a valorar las cosas.
¿Enseñamos a nuestros hijos hábitos de estudio y de trabajo?
Sé que es difícil, pero podemos convertir las tardes de deberes en juegos, juegos didácticos, donde el niño que necesite un apoyo escolar en casa no se sienta agobiado, desilusionado, esa tarde puede ser divertida y no sólo obligada.

Los niños crecen poco a poco, día a día, el tiempo es veloz, pero sus días son sus milímetros el día de mañana, sus días no cambian bruscamente, sus cursos escolares tienen que ser seguidos, uno tras otro, sin cambios bruscos. El cambio de Infantil a Primaria es un salto, pero tiene que ser coherente, sí, se hacen mayores, pero con tranquilidad, con sus pies pequeños, que no pasamos de tomar leche de mamá a filete de carne. 
Leche, papilla, puré, machacado, trocitos, filete...
Letras, números, leer, sumar, subrayar, esquema, estudiar...


Ánimo papás, en nuestras manos está que nuestros hijos crezcan con valores, fuertes, valoremos cómo son y no les pongamos metas imposibles, cada uno tiene un ritmo, y no todos pueden escalar el árbol, pero sí coger la ramita.
Y al docente que pueda llegar a leer mi pensamiento de madre, piensa en cuando eras niño, piensa en tus hijos, en tus sobrinos, no somos todos iguales, yo soy de sopa, tú eres de garbanzos, todos comemos cocido.

PD: yo escribo como mamá de cinco, al lado tengo a mi marido, papá de cinco, maestro de 30.



Todas las fotos son nuestras de Pompas de Elefante (no se pueden copiar, ni compartir, pedir permiso), excepto la primera imagen del dibujo de los animales, que es de internet (desconozco la fuente). El vídeo es de www.change.org/losdeberesjustos, una campaña de Eva Bailén.