Valencia

Una escapada familiar a Valencia.

Nuestro primer consejo en esta ciudad es que aparques el coche y camines.
Nosotros dejamos nuestro coche por la zona de la Ciudad de las Artes,
dispuestos a caminar mucho, patear la ciudad y conocer todos los rincones.

La Ciudad de las Artes es una pasada, edificios llenos de volumen,
formas y alturas que te ayudan a ser pequeño frente a lo gigantesco.
El Oceanográfico, Palacio de las Artes, L´Hemisféric,
el Museo de las Ciencias, LÚmbracle, el Ágora...
Todo un conjunto de arquitectura que se encuentra al final del cauce del río Turia.

Paseos largos, disfrutando de cada rincón, dando saltos
y nosotros con un reto: que ninguno cayera al agua. 

Jugar con los niños a ver su reflejo, ver los edificios con sus sombras,
jugar con la arquitectura, que ellos se pregunten cómo es la estructura,
buscar peces, correr, saltar y disfrutar.

Todo el cauce del río es peatonal, lleno de jardines con rincones muy tranquilos,
parques para disfrutar con ellos y nosotros, esculturas curiosas,
altavoces que te cuentan historias en diferentes idiomas mientras los niños se tiran por el tobogán
y un parque de toboganes gigantesco, el Parque de Gulliver
(lo vimos desde fuera, no pudimos entrar porque días antes pasó la tormenta
y debió acabar con toda la arena, y lo estaban arreglando,
pero lo tenemos pendiente para la próxima)

Si algo nos gusta de una ciudad es adentrarnos en el centro,
conocer cada calle, su gente y su ambiente.

Nos encantó el Barrio de la Tapinería,
con sus callejuelas con sus pinturas curiosas y realistas, sus bares y sus terrazas, su gente...

Y llegas a una plaza y te encuentras con la fachada más estrecha de Europa,
la foto no dice nada, pero esa ventana es la fachada de ese edifico,
la farola con su "6" es otra y el canalón es otro edificio.
Igual que hemos conocido en Córdoba la calle más estrecha,
la calle del Pañuelo, ahora nos hemos encontrado con la fachada más estrecha.

La Plaza de la Virgen, de las plazas más bonitas que puede haber en Valencia.
Y nos dijeron que si así es bonita,
cuando sacan a la Virgen para hacer su ofrenda floral es impresionante.
Tendremos que ir a conocer la Plaza con la Virgen fuera.

Y en un callejón nos hemos topado con esta plaza rodeada de casas, forma circular,
llena de tiendecitas de costura, hilos, encajes, telas...
Es la Plaza Redonda.
Esa idea de corrala formada por varios edificios diferentes han creado,
con el tiempo, un espacio íntimo pero a la vez público.

Y de repente nos encontramos a los niños pegados a un escaparate.
Una tienda con su encanto de toda la vida.
Una tienda llena de construcciones.
Estaba cerrada, pero al día siguiente les llevamos, y cómo disfrutaron.

Llegamos al Mercado Colón.

Un antiguo mercado que han rehabilitado
y hoy es un mercado de gastronomía, exposición y diversión.

Y no podíamos irnos del centro sin pasar por Santa Catalina.
Una horchatería de siempre, llena de gente que no nos permitió entrar y sentarnos.
¡Pero no pasa nada!

Nosotros somos de interior, y si algo a los niños les ha vuelto locos
es ir a la playa vestidos con pantalón largo, manga de invierno,
no llevar el bañador y aprender a jugar con la arena de otra manera.

Verles disfrutar, correr, buscar piedras, no mancharse con la arena,
tocar el agua sin mojarse las zapatillas.
Retos invernales con espíritu de calor.

Ha sido una experiencia increíble, volveremos a hacer planes veraniegos en invierno.

Y pasar por campos de naranjas, mandarinas y limones.
Parar, ver cómo crecen y probar una.
"No saben como las de casa"

Otro lugar para no perderse en Valencia es el Parque Natural de la Albufera.
Y ver campos de arroz, y aprender cómo crece el arroz, de dónde sale todo ese agua.
Nosotros fuimos por la mañana, otras veces hemos ido al atardecer.
La luz siempre es buena porque es muy abierto,
pero os recomendamos que vayáis al atardecer
y os montéis en una barquita y que os dé un paseo.
Nosotros no montamos en barca,
nos parecían muy pequeños para meternos dos adultos con cinco niños...

Y como no podíamos irnos de Valencia sin tomar horchata con fartons,
nos fuimos a Daniel, que está a las afueras.

"Estos bollitos tenemos que aprender a hacerlos"
Con eso decimos todo.

Hace unos años vinimos a conocer Valencia, los dos, sin niños, en las mismas fechas.

Hoy hemos regresado con ellos, en invierno, somos siete,
el momentazo a cambiado y nos gusta mucho más.

¡¡Gracias Valencia!!
¡¡Gracias valencianos por acogernos tan bien!!

No podemos terminar este post sin dar las gracias
a todos los que nos escribisteis cuando estábamos camino de allí,
Habéis conseguido que nuestro viaje haya sido un éxito.
Mil gracias a todos.
Tenemos amigos en la red que hacéis que nuestras escapadas sean mucho más emocionantes.

Y especialmente a M&I y familia,
os queremos y sin vosotros esta escapada no hubiera sido posible.
¡¡La próxima la liaremos a lo grande!!
¡¡Gracias, gracias y gracias!!