Mi primer trabajo...

Hace unos años, tenías tus trabajillos para ganarte unas pesetas y luego unos euritos y poder darte un capricho, viaje o salir, ganándotelo tú, sin ayudas de papá y mamá.

(Nuestra generación femenina, faltan algunas...)
Reconozco que ser payasita no fue mi primer trabajo, empecé muy pequeña a ser canguro, tendría 11 años o por ahí, cuando ya cuidaba a mis primos y a mis vecinitos.
Supongo que en aquellos años lo hacías por ganar y sentirte mayor, hoy lo pienso y me digo a mi misma "qué suerte tuve, recibí mucho más de lo que di" y no de dinero, sino de alegría, compañerismo, entusiasmo y diversión.

Ser canguro estuvo genial, sale a relucir tu vocación maternal... Pero ser payasita o animadora, no sólo te descubre un Peter Pan que llevas dentro, sino que te ayuda a crecer, darte a los demás, perder la vergüenza, pasarlo fenomenal y jugar (los mayores también necesitamos jugar)

Mi etapa en PimPim y ChasChas fueron cinco años que compaginé con mis días de cole y universidad, increíbles.
A día de hoy, sé que poco tiene que ver, en mi currículum lo añado, y no por decir que he sido payasa sino porque forma parte de mi forma de ser.

Este año nuestra payasita jefa decidió "jubilarse" para los demás, seguirá siendo para sus nietos y amigos. Y quisimos hacerle un homenaje, reunirnos todos, vestirnos, cantar, y compartir lo que han sido estos 25 años de dedicación a los niños y no tan niños.

Sólo teníamos y tenemos palabras de agradecimiento, pues como muchos dijimos, fue nuestro primer trabajo, primera vocación, primera entrega a los demás, primer descubrimiento de uno mismo...

Muchos somos padres, otros lo serán, y alguna vocación religiosa hay, químicos, maestros, diseñadores, arquitectos, emprendedores... Vocaciones muy diversas que ninguna excluye ser un Gran Niño.

Se acaba una etapa, pero continúa, su hijo Santi sigue con ello.
Si necesitáis una fiesta diferente, huir de los parques de bolas, de las hamburgueserías, un plan personal, despreocupado, donde el homenajeado va a ser el cumpleañero, os lo recomiendo.
Dedicación, cariño, alegría, entusiasmo y despreocupación...

Gracias Mercedes por enseñarnos tanto, por contagiarnos tu entusiasmo, por querernos tanto.
¡¡Siempre seremos payasitos, siempre seremos tus payasitos!!

PD: Echamos mucho de menos a los que no pudieron estar...
¡¡¡La próxima tenemos que hacer una superfiesta de payasos a todos nuestros hijos!!!