Navalcarnero (Madrid)

De excursión a Navalcarnero, 
un desconocido de Madrid pero con una gran historia.

Lo primero que admiramos de esta localidad
 es que la gente con la que nos cruzamos fue muy agradable,
 como estas geniales señoras que regalaron piropos a nuestros hijos.

Navalcarnero no sólo es famoso por sus vinos
y por sus extensos terrenos destinados al cultivo de cereal.
Esta localidad al suroeste de Madrid fue fundada hace más de 500 años.
En ella se han librado batallas e incluso se han celebrado bodas reales, 
lo que le hizo recibir el importante título de Villa Real.

Su historia siempre ha estado ligada a la ciudad de Segovia, la ciudad de mamá.
De hecho, en su escudo conserva el escudo de armas de Segovia.

Es un pueblo muy transitable, accesible por todos lados en carrito.
Con un casco muy cuidado y del que los habitantes se deben sentir orgullosos.

Su iglesia ha sido testigo de la boda de Felipe IV,
además de grandes historias que aquí han acontecido.

La gran puerta es tan imponente como su campanario.
Y aunque estaba cerrada...
Allá que van los cotillas a ver si se ve algo tras el cerrojo.

Nunca nos cansaremos de decir lo que nos admira 
las ganas de conocer y aprender que tienen los niños.
De ver en algo tan simple como una puerta cerrada,
un mundo mágico a lo desconocido.

Además es una gozada encontrarse reseñas históricas 
en las que poder leer e instruirse sobre Navalcarnero.

Como podéis ver, conserva muy bien su encanto histórico. 
En concreto estamos en su plaza mayor, conocida como Plaza de Segovia,
 repleto de otro de los grandes placeres de la zona:
su gastronomía.

Nos despedimos de Navalcarnero
felices por haber conocido un pequeño rincón de Madrid 
que nunca habíamos visitado.
Y esos pequeños hallazgos nos encantan
porque nos hace salirnos de lo que se hace habitualmente,
¡salir de la rutina nos chifla!
Os animamos a compartir y disfrutar de esos pequeños desconocidos,
de esos rincones que huyen de las masas
y mantienen intactos su riqueza cultural.