Campos morados y amarillos en Brihuega (Guadalajara)

Si hay un momento que tooooodos los años repetimos es éste:
¡¡Ver campos morados!!

Ir de picnic, abrir el libro de mapas que tenemos
y hablar todos dónde vamos y qué hacemos,
es parte del plan del que todos ponemos nuestra parte.

Y con mucha decisión por parte de todos,
decidimos repetir un año más,
y ya son cuatro,
los campos morados en Brihuega, Guadalajara,
la pequeña Provenza española.

Nuestra idea llegar y ver campos de lavanda,
pero no sólo pudimos disfrutar del olor y el color,
estaban los campos de trigo llenos color,
algunos segados, otros a punto,
todos llenos de vida fotografiable.

Los campos de trigo dan mucho juego,
y ellos decidieron hacer una batalla de bolas de paja...

Tirar paja, dejarla volar.

Tirar y tirar, aunque te pique todo, jajaja!!

Y recibir y reír.

Un brindis por esos momentos que no esperas,
por los que son bien recibidos
y por los que vendrán.

Hacer un picnic de merienda cena en medio de los campos no estaba previsto,
pero la naturaleza es tan sabia que nos dejó echarnos en el suelo,
mirar al cielo y jugar a buscar formas a las nubes,
tomar algo, disfrutar y estar en un espacio único.

Dejar a los niños libres, disfrutando de cada piedra,
buscando bichos, mirando plantas,
correr, caerse y levantarse,
y siempre enseñándoles a respetar la naturaleza.

Disfrutar lo máximo,
porque los momentos que se repiten siguen siendo únicos.

Ver como cada año crecen,
la primera vez que vinimos Mateo era un bebé,
hoy es uno más que corretea y disfruta.

Hay muchos campos, cada año hay más extensiones,
este año cuesta un poquito más meterse en ellos,
muchos están "cerrados" y no se puede acceder,
pero con mucho respeto se puede disfrutar de otros.

Son campos de cultivo, campos llenos de trabajo durante un año,
ahora podemos disfrutarlos en un mes y medio,
por eso tenemos que saber que respetar el campo,
no arrancar flores, dejar a las abejas hacer su misión,
hará que el año siguiente podamos volver a vivirlo
y no sigan vallando más campos y pueda seguir creciendo.

En nuestras manos está respetar la naturaleza
y enseñar a los más pequeños que la naturaleza es bonita
y tenemos que cuidarla con los cinco sentidos.

¿Hay que pagar en los campos de lavanda?
Sí, en algunos terrenos están cobrando,
pero hay algunos de libre acceso, siempre respetando la naturaleza, ¡¡por favor!!

¿Cuál es la mejor hora?

A nosotros nos gusta ir por la tarde,
con luz y a ver el atardecer,
las abejas tienden a marcharse, y la luz es una pasada.

¿Hasta cuando se puede ir?

Ahora está en su explosión de color y de olor.
Está hasta agosto,
suelen recolectar para la Asunción, el día de la Virgen,
¡¡la ofrenda a La más grande!!

¿Cuándo es mejor ir?
Os recomendamos ir entre semana,
el fin de semana suele haber mucha gente que a diario no puede...

Ir con ropa clarita o blanca,
el contraste con el morado queda genial para las fotos.
Mucha agua, sonrisas, zapato cómodo

y a disfrutar mucho del paisaje respetando las plantas,
sin cortar,
se puede comprar en el pueblo plantas, aromas, esencias...
Y no es caro, así que no arranquéis que encima hacéis daño a la planta...

Coge el coche, explora, conoce y siente,
no te arrepentirás, lo vivirás.

 Nuestro momento de campos morados
terminó con el atardecer.

Marcharse el sol, las abejas empiezan a irse,
oler, oler y oler,
disfrutar de los colores...

Pasarlo muy bien y disfrutar en familia.

Hemos repetido y volveremos de nuevo,
nos encanta este plan y queremos seguir haciéndolo en familia.