El pasado fin de semana tuve una despedida de soltera.
Una de mis amigas se casa, y allí que nos fuimos Mateo y yo.
El sábado empezó con prueba de vestido de novia... De esta parte del plan no os puedo mostrar nada, queda en mi memoria hasta que llegue el día "B". Sólo os puedo decir que estaba preciosa, que es una pasada el vestido, sencillo y a la vez muy suyo, ya os enseñaré cuando pueda...
Las despedidas de solteras no son siempre ir a espectáculos, cogerse borracheras, shows y demás... Ésta fue entrañable, porque éramos cuatro chicas, la novia y sus tres amigas con un plan muy querido por la más querida del día: pasear, pasear y pasear por Madrid, desconectar y hablar.
Faltan los pies de Mateo, pero con tanta gente por Madrid es imposible, había que pedir la vez para hacerse una foto en el famoso Kilómetro Cero de Madrid.
Entre paseo y paseo, descanso y charla, os dejo unas imágenes de sitios por los que fuimos pasando:
Tiendas que te dan ideas, donde viajas a otros lugares y tu imaginación vuela.
Para comer pasamos por el Mercado de San Miguel, un sitio entrañable donde hacerse con una mesa cuesta, pero merece la pena esperar para poder comer platos típicos: croquetas (de espinacas, de langostinos, de cocido, de chorizo), gulas, empanadas, ostras... Y todo con ricos vinos.
¿Y por qué no ir a tomar café a una terraza donde podamos ver todo el cielo de Madrid?
Pues no lo conseguimos, largas colas para subir a la azotea del Círculo de Bellas Artes no nos dejaron, así que nos sentamos en su terraza mirando la calle de Alcalá y Gran Vía.
Planes así, tranquilitos, vienen muy bien.
Una despedida atípica para muchos que leeréis esto, pero de vez en cuando cualquier excusa es buena para hacer paseos, charlas, buenas comidas y relajación con amigas por las calles de Madrid.
