Almagro, Ciudad Real, Campo de Calatrava

La ruta que os proponemos hoy nos lleva a la comarca de Ciudad Real.
Comenzamos en Almagro,
antigua localidad no sólo conocida por su Plaza Mayor, su Corral de Comedias...

¡Aquí se hacen las famosas berenjenas en vinagre que tanto le gustan a papá!
Su plaza es estupenda para corretear y tomar algo en sus terrazas los días de calor... 
¡Pero por la noche!

En Almagro es alucinante la cantidad de iglesias de distintos tipos y tamaños donde,
aparte de rezar un poquito, poder refrescarse un poquito.

Los típicos ventanales en la Plaza le dan un encanto especial.
Todo el pueblo está muy cuidado y, 
para los que lleváis carrito una buena noticia:
¡No hay cuestas!

¡Y encima paredes de pitufos!
Almagro es recomendable en cualquier estación, 
pero en verano el sol aprieta fuerte.

Y de la Plaza Mayor de Almagro, a la de Ciudad Real.
Es una de las pequeñas capitales de provincia de España.

Es una ciudad renovada.
Conserva lo antiguo y hay zonas bonitas como el Casino,
frente a un agradable parque.

Y en las proximidades de su Catedral, 
nos encontramos con esta bonita estatua de la Virgen del Carmen.

Y como no es una hora muy común, nos encontramos con la Catedral cerrada.
Así que nos la apuntamos para la próxima.

Y nos despedimos de Ciudad Real camino del secreto que teníamos guardado...

¡Aquí hay volcanes!
Se apagaron hace muchos años, 
pero la forma de sus cerros y la roca característica les delatan.

¡Los niños hicieron sus delicias recogiendo piedras 
para llevarlas y contárselo a sus amigos del cole!

Si viajáis por el Campo de Calatrava y os salís de la carretera,
podéis ir buscando una pista que suba a alguno de estos cerros.
Sin daros cuenta, llegaréis a un cráter.

Y ponemos rumbo a Sierra Morena. 

En los límites entre Ciudad Real y Córdoba, al frescor de la cara norte de la Sierra,
nos encontramos con un agradable sitio para descansar y recuperar fuerzas.

Disfrutar de un paseo entre jaras y su olor.

Y descubrir un yacimiento arqueológico con pinturas rupestres.

Es fantástico cómo aprenden los niños con cada cosa.
Lo bonito que es sorprenderse de cada cosa nueva que se ve
y encima parece tan interesante...
¡Hay que tomar apuntes!
(un juego muy divertido para ellos, que lleven su propia libreta,
dibujen y escriban lo que ven, sequen flores y hojas,
luego les encantará verlo y aprenden mucho).

Y nos despedimos de Ciudad Real mirando su horizonte
y dando gracias por tantas sorpresas distintas.