Palacio de Riofrío (Segovia)

El Palacio Real de Riofrío en Segovia, está a pocos kilómetros de la ciudad.
Es un gran desconocido, pero tiene un encanto especial.


 
Fue mandado edificar por la madre de Carlos III en medio del Bosque de Riofrío.
Es como un lugar de cuento, en medio de un bosque de dehesa, 
donde en días tranquilos se pueden ver cantidad de ciervos.

Como casi toda la oferta de Patrimonio Nacional de España,
es gratuita la entrada para familias numerosas.

Y es un palacio que se usó para la caza.
Muy sencillo de decoración,
con lo necesario para hacerse idea de cómo se vivió años atrás,
y con una exposición sobre la fauna de la zona que hizo las delicias de los niños.

A los niños les encantó ver que tiempo atrás
habitó el lobo ibérico (el animal favorito de papá) y el oso.

Todo está muy bien preparado para visitar con los más pequeños.
Hay acceso para movilidad reducida y los empleados son muy amables.

A parte de su arquitectura también se puede disfrutar de su bosque. 
Hay una senda bien marcada de una media hora fabulosa para hacer con niños 
(si se va entre semana con menos gente se ven muchísimos ciervos) 
y si quieres recorrer el bosque en coche, hay que pagar un "peaje" de 4 euros.

Disponen de merenderos con sombra para poder hacer picnic,
coger fuerzas y continuar la visita para ver el atardecer desde el Alcázar de Segovia.
Casi todos los años vamos a este Real sitio.
 A los niños y a los papás nos encanta
y es una opción cómoda y sencilla para hacer una escapada.

Así que... ¡Volveremos!