Nuestro Calendario de Adviento

En pocos días estamos en Adviento.
El Adviento empieza el cuarto domingo anterior a Nochebuena,
la noche que celebramos el Nacimiento del Niño Jesús.
Es un tiempo de espera (esperanza), de preparación,
pues un año más queremos preparar nuestro corazón,
y con ello nuestro alrededor,
para recibir a Jesús con toda la alegría, emoción y cariño que sabemos poner.

Llevamos muchos años haciendo este calendario,
sí, no es una casita con puertas, ni cajitas con números,
ni el calendario más molón de materiales.
Pero decidimos hacerlo sencillo y hacerlo pensando en la situación de cada año,
los niños crecen y cambian y sus propósitos tienen que evolucionar, como las recompensas.
Este año repetimos y queremos volver a compartir con vosotros nuestro calendario,
porque en nuestra familia funciona muy bien
y por ello queremos regalaros nuestra idea,
es fácil, llevadera y para todas las edades, no hace falta tener niños en casa.

En nuestra casa tenemos niños de varias edades.
Pero está pensado para todos, para hacerlo en familia y poder compartirlo.

La idea es pensar un propósito para cada día, se pueden repetir,
pensar en esas cosas que más cuesten, pero que no sea un castigo,
pues buscamos un tiempo de alegría y de conseguir las cosas.
Aunque es una ocasión genial para ayudar a crecer
en eso que más podemos pinchar en nuestro día a día.

Y por otro lado están los premios, las recompensas.
Los premios no tienen porque ser cosas materiales, ni siempre dulces,
pueden ser un momento especial para todos,
un abrazo (nosotros somos muy cariñosos y nos abrazamos y besamos siempre,
a todas horas, no esperamos ocasiones especiales para hacerlo,
pero os sorprenderá que este premio es especial, un abrazo ganado, es muy especial),
pegatinas (a mis hijos les encantan),
palomitas compartidas...
Lo que se os ocurra que a los niños y en familia os pueda gustar compartir
después de conseguir el propósito del día.

Os enseñamos nuestros propósitos y nuestros premios.
Muchos se repiten, y otros de un año a otro desaparecerán, porque no sirven.
Lo bueno de este calendario de Adviento es que es personal,
familiar, y si algo no funciona, se cambia.

Cuando por la mañana, antes de salir al cole,
sacan el palito del día (uno para todos)
y ves la cara de felicidad de todos porque ha tocado "sonreír"
y llegan por la tarde y te cuentan todas las sonrisas que han dado,
son pequeños, pero son muy conscientes de lo que hacen,
y se ponen muy contentos cuando notan que hacen las cosas bien y las consiguen,
Y lo consiguen, y sacan su premio y les toca elegir una comida,
y entre todos eligen la comida.
Entonces ves, que es un calendario de superación, unión, compañerismo y compartido.

La otra parte del calendario son las estrellas.
Este año volvemos a elegir estrellas, el año pasado también, y el anterior...
Pueden ser muchas ideas: puntos verdes y rojos (conquistar una corona de Adviento),
piedrecitas que marcarían el camino para llegar a ver a Jesús en el portal,
pajitas que acomodan la cunita de Jesús, bolas rojas para el árbol...
Este Adviento vamos a conquistar el cielo de Belén,
repetimos porque nos encantó ver cómo nuestro belén se iba haciendo más acogedor
según se acercaba el Nacimiento de Jesús.
La idea es regalar, al Niño que va a nacer,
un cielo bonito y limpio, donde brillen muchas estrellas.

Cuando por la noche o tarde valoremos, cada uno,
si ha conseguido el propósito,
le regalará a María, pues está embarazada, su estrella,
bien conseguida o sin conseguir.
Si has hecho bien lo que tocó genial,
si no lo has hecho bien, no pasa nada, se la regalas y se lo ofreces,
al día siguiente tu propósito saldrá mejor,
porque el no conseguirlo lo dejas en su mano con tranquilidad.

Éste es nuestro calendario de Adviento, tiempo de esperanza y crecimiento.
Fácil de hacer, fácil de llevar, ilusionante, alegre y conquistador.
¿Te atreves a hacer un buen calendario?
Es tiempo de cambio, es tiempo de crecer.

¡¡Feliz Adviento!!