Roma, primer día de tres (Italia)

Queremos conocer la ciudad eterna en tres días,
en familia, con niños,
de forma económica y barata
y con los ojos de un niño.

Lo primero que recomendamos es abrir bien los ojos,
que es una ciudad para conocer mirando
hacia arriba, abajo, derecha e izquierda.

Cada esquina tiene historia,
cada fachada aprendes algo,
cada edificio tiene lo suyo.
Vas a ver mucho y te vas a empapar de muchos años.

Tienes mil iglesias y edificios por ver,
por entrar, por conocer.
Lo mejor que puedes hacer es entrar y cotillear,
dejarte sorprender y hacer muchas fotos para recordar.

Habrá puertas cerradas,
otras abiertas y de pago,
otras abiertas y gratuitas.

Empezamos el día en la Plaza Venecia,
ubicada en la intersección de cuatro carreteras principales.
Si te pones en el centro, es un punto genial para empezar a conocer la ciudad,
en ella te puedes hacer una buena foto con las banderas
y con el punto que es el corazón de la ciudad.

En dicha plaza se encuentra el Monumento a Victorio Manuel II,
el Altar de la Patria,
coronado primer rey cuando Italia se unificó.

Puedes subir las escaleras, dar la vuelta
y disfrutar de la luz y vistas.
Verás que hay militares y soldados protegiendo "el soldado desconocido"
con la llama perpetua,
construido después de la Primera Guerra Mundial,
en honor a esos soldados que dieron la vida,
el soldado desconocido fue uno de los cuerpos que no se pudieron identificar
y se hace honor por él y los que se perdieron.

Si buscas con los ojos bien abiertos,
cerquita está la escultura de Rómulo y Remo,
la Loba Capitolina.
Dos hermanos que fundaron Roma.
La historia mitológica lleva a saber que los dos hermanos fueron abandonados
y una loba les dio de mamar para que sobrevivieran.

Caminando llegamos al Foro Romano.
Es la zona central de la ciudad en su tiempo.
Se puede ver desde fuera o entrar pagando,
nosotros lo vimos perfectamente desde fuera
y te puedes hacer mucha idea de la vida que tuvo en su momento.

Son restos de edificios y de pavimentos
en perfecto estado para los años que han pasado.

Decidimos bordearlo por fuera y al ser una ciudad con alturas,
puedes encontrar rincones como éste donde puedes verlo desde arriba,
sacar fotos, explicar a los niños y estar más libre de gente.

Al lado se encuentra el Arco de Constantino,
el último arco que se construyó en Roma en la Antigüedad.
Tres vanos, 21 metros de altura, 26 metros de ancho y casi 8 metros de profundo.

Y llegamos al Coliseo.
Nosotros no entramos, por las largas colas y lo vimos genial desde fuera.
Es el anfiteatro más conocido del mundo.
Construido en el siglo I d.C es el gran símbolo de la Roma Imperial.
Es Patrimonio de la Humanidad 
y una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Recomendamos subir a verlo desde la altura de en frente,
hay menos gente y se disfruta más.

Y llegamos a una de las "atracciones" más divertidas para los niños...
La Boca de la Verdad.
Una escultura de mármol, del siglo I,
representa una cara masculina con los ojos, la nariz y la boca huecos,
donde dicen que si metes la mano y has cometido algo feo o has mentido,
tu mano se quedará encerrada.

Se encuentra en la Iglesia de Santa María in Cosmedin.
Llegamos 10 minutos tarde y no pudimos entrar,
pero las risas de "perdones" de "no nos encierres la mano, no mentimos"
desde la reja fueron muy divertidas.

Y llegamos a Buco della Serratura dell´Ordine di Malta,
la Mirilla de la Orden de Malta.
Un secreto mágico.
Les dijimos a los niños que íbamos a ir a ver un secreto de la ciudad,
donde por un agujerito veríamos algo que no se puede contar.
Merece la pena esperar la gente que había para descubrir
una de las mejores vistas de San Pedro desde la ciudad de Roma.

Mirar por una mirilla, descubrir un tesoro.
Mantened el secreto a los niños y se sorprenderán,
pero decidles que no pueden decir nada a los que esperan,
así se lo toman como un secreto e intriga para los demás.

Al lado se encuentran los Jardines de los Naranjos,
Giardino degli Aranci.
Un ambiente increíble, vistas impresionantes,
con música en directo si es que hay alguna persona tocando algo.

Recomendadísimo ir al atardecer,
las mejores vistas de la ciudad con la mejor puesta de sol.
Despedimos el primer día en la ciudad de Roma a lo grande,
aprendiendo mucho, caminando y dejándonos sorprender.
Con ganas de ir a por el segundo día y descubrir mucho más.